Hay
algunas vivencias cíclicas, que se repiten temporalmente. O por lo menos la
impresión de vivirlas se repite. A veces creamos inútilmente lagunas mentales.
No es un deja vu. Para nada. Recuerdo que un compañero de la universidad me
dijo algo bastante trillado respecto a estos jueguitos, ‘siento que la vida me
manda señales’. Sí, claro, cualquier persona puede pensar eso. Vivirlas es la
cuestión, sentirlas y no automentirte. Señales que demuestran lo robusta que es
la memoria en ciertos casos, ciertos malos casos. Y cabalísticamente, cuando debe ser robusta,
es cuando más frágil se comporta.
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